Viajeros podrían dejar de quitarse los zapatos en controles de seguridad en aeropuertos de EE. UU.
Por primera vez en casi dos décadas, los viajeros en Estados Unidos podrían ya no tener que quitarse los zapatos durante los controles de seguridad en ciertos aeropuertos. La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) estaría lista para eliminar este requisito, una medida que ha incomodado a millones de pasajeros desde su implementación.
El protocolo fue adoptado tras el fallido intento de Richard Reid, conocido como el “shoe bomber”, de detonar explosivos ocultos en sus zapatos en un vuelo de París a Miami en diciembre de 2001. La medida se convirtió en estándar poco después, en el marco de una serie de reformas tras los ataques del 11 de septiembre.
Según informes de medios especializados como Gate Access y ABC News, un memorando interno distribuido a oficiales de la TSA indica que, a partir de este domingo, muchos aeropuertos permitirán que los viajeros mantengan sus zapatos puestos durante la revisión. Se espera que la modificación se extienda pronto a todos los aeropuertos del país.
Hasta ahora, solo los inscritos en el programa TSA PreCheck —que cuesta aproximadamente 80 dólares por cinco años— estaban exentos de esta y otras medidas como quitarse cinturones o chaquetas ligeras.
Aunque la TSA no ha confirmado oficialmente el cambio, sí indicó que constantemente evalúa formas de mejorar la experiencia del pasajero sin comprometer la seguridad. La agencia, creada en 2001 por el entonces presidente George W. Bush, ha implementado tecnologías como el reconocimiento facial y el programa Real ID como parte de sus actualizaciones. Si bien esta medida esta medida ya funciona en varias ciudades, se extenderá en los controles de seguridad de nuevas terminales. El gobierno de Donald Trump ni TSA han hecho oficial el anuncio ni han confirmado en dónde empezará a regir esta medida. Sin embargo, CBS reportó que por ahora el cambio entrará en vigor en los aeropuertos de Baltimore/Washington, Fort Lauderdale, Cincinnati/Norte de Kentucky, Portland, Filadelfia y Piedmont Triad en Carolina del Norte.
El posible fin del requisito de quitarse los zapatos marcaría un cambio significativo en la experiencia de viaje y podría agilizar los tiempos de espera en los puntos de control de seguridad.