Omaha, Nebraska – La Asociación de Oficiales de Policía de Omaha lanzó un enérgico llamado a la comunidad tras una serie de incidentes que han puesto de nuevo bajo la lupa la importancia del almacenamiento seguro de armas de fuego dentro del hogar. En menos de un año, la ciudad enfrentó tres tragedias que dejaron una marca profunda: un niño de 3 años y una niña de 6 murieron tras disparos accidentales, y esta semana un menor de 5 años se hirió a sí mismo con un arma que había quedado al alcance. Aunque sobrevivió, el suceso volvió a encender las alarmas.

El patrón se repite sin variaciones. Armas fácilmente accesibles, sin seguros, dejadas a la vista o en lugares donde los niños pueden encontrarlas sin dificultad. Este descuido ha convertido accidentes prevenibles en episodios devastadores para familias completas y para los oficiales que atienden cada llamado. Para ellos, estas escenas representan los días más duros de su carrera, momentos que los acompañan de por vida.

Las autoridades enfatizan que ninguna familia debería enfrentar la tragedia de planear el funeral de un hijo por un arma que no fue guardada adecuadamente. La prevención, insisten, es simple y está al alcance de todos: asegurar cada arma, usar un candado, mantenerla descargada y fuera de la vista y el acceso de los menores.

El Departamento de Policía de Omaha recuerda a los residentes que ofrece candados de seguridad de manera gratuita en la recepción principal. La invitación es directa y urgente: acercarse, recoger uno y tomar las medidas necesarias para evitar que una situación evitable se convierta en una pérdida irreparable. La seguridad infantil, remarcan los oficiales, comienza en casa y con decisiones responsables.