El ámbito económico, demográfico, social y comunitario podrían verse afectados con el cierre de Tyson Foods en Lexington,  otros negocios locales también podrían perder parte de sus ingresos en caso de que las familias afectadas decidan mudarse en busca de otras oportunidades.

Edith, negocio local: “Sin la planta…el pueblo se acaba.”

Nos dijo Edith, quien junto a su familia tiene un negocio de comida justo frente a la plata procesadora de carne.

Los empleados de Tyson, recibieron esta carta informándoles que la planta cerrara el próximo 20 de enero y que “su posición será eliminada como parte de un despido masivo”.

Algo que Rosario Martínez, hija de una trabajadora de Tyson, ve como información insuficiente.

En un comunicado oficial de Tyson Foods se lee lo siguiente: “Tyson Foods reconoce el impacto que estas decisiones tienen en los miembros de su equipo y en las comunidades donde operamos. La compañía se compromete a apoyar a sus empleados durante esta transición, lo que incluye ayudarles a solicitar puestos vacantes en otras instalaciones y ofrecerles beneficios de reubicación”.

La ciudad de Lexington hoy vive con incertidumbre y los negocios locales sienten la presión de pensar qué será de ellos.

El cierre de una planta como Lexington puede traer consecuencias económicas negativas por el desempleo, así como psicológicas por el sentimiento de fracaso y frustración. Organizaciones como Lutheran Family Services de Lexington están ofreciendo ayuda a las familias afectadas.