Cierre de la planta de Tyson en Lexington desata preocupación económica y política en Nebraska

Lexington, Neb. – La comunidad de Lexington, Nebraska, enfrenta uno de los golpes económicos más duros de su historia reciente tras el anuncio de Tyson Foods de cerrar su planta procesadora de carne de res, que por décadas fue el motor laboral de la zona. La instalación, que empleaba a unas 3,200 personas, dejará de operar alrededor del 20 de enero, según confirmó la compañía con sede en Arkansas. La decisión forma parte de un proceso interno para “ajustar” su negocio de carne y reposicionarlo de cara al futuro, aunque Tyson no detalló por qué esta planta fue la elegida en una ciudad de apenas 11,500 habitantes.
La empresa también anunció que reorganizará operaciones en otras instalaciones, entre ellas la planta de Amarillo, Texas, que reducirá su actividad a un solo turno completo, lo que implicará cerca de 1,700 despidos adicionales. Estas medidas llegan en medio de un panorama financiero complejo: informes recientes indican pérdidas de más de 720 millones de dólares en los últimos dos años y una proyección de otros 600 millones en el próximo año fiscal dentro de la división de carne de res.
Tyson Foods confirma despidos masivos en Lexington
Tyson Foods notificó oficialmente a sus trabajadores en Lexington, Nebraska, que eliminará numerosos puestos como parte de un despido masivo programado para principios de 2026. La compañía informó que la decisión se alinea con el cumplimiento del Acta WARN de 1988, que exige avisos anticipados cuando se anticipan recortes significativos de personal.
Según la misiva enviada al personal, las funciones de los puestos afectados concluirán alrededor del 20 de enero de 2026 y se prevé que los despidos sean permanentes. La empresa señaló que algunas áreas podrían operar brevemente después de esa fecha, aunque los empleados involucrados recibirán avisos específicos en caso de ser necesario.
Tyson aclaró además que los trabajadores no cuentan con “derechos de reemplazo”, por lo que no podrán ocupar posiciones de otros miembros del equipo. La compañía pidió mantener el compromiso laboral hasta que las actividades cesen por completo.
Asimismo, la empresa afirmó que valora profundamente las contribuciones de su fuerza laboral y puso a disposición contacto directo con su dirección de Recursos Humanos para resolver dudas en este proceso de transición.

Reacciones en Nebraska luego del anuncio
La reacción en Nebraska fue inmediata y marcada por la preocupación. La Junta Directiva de Nebraska Cattlemen expresó su descontento, especialmente porque datos recientes del Departamento de Agricultura de Estados Unidos muestran que el inventario de ganado en engorde del estado sigue ligeramente por encima del año anterior, pese a las fluctuaciones nacionales. Para la organización, no hay mejor lugar para producir carne de manera eficiente que Nebraska, y el cierre tendrá un impacto profundo en productores y en toda la comunidad de Lexington.
El gobernador Jim Pillen calificó al sector ganadero del estado como “resiliente” y aseguró que la empresa prometió explorar futuras oportunidades de valor agregado en Nebraska. Según el mandatario, la reorganización de Tyson también impulsará la capacidad y el empleo en otras plantas del estado, algo que podría mitigar parcialmente el golpe local.
Sin embargo, otros líderes políticos reaccionaron con dureza. La senadora Deb Fischer sostuvo que la decisión tendrá un efecto devastador en la comunidad, recordando que Nebraska conoce bien las fluctuaciones del mercado cárnico y que, hace apenas unos años, empacadoras como Tyson registraban ganancias históricas mientras otros sectores sufrían pérdidas. Fischer instó a la empresa a hacer todo lo posible por apoyar a las familias afectadas.
El senador Pete Ricketts manifestó su compromiso de ayudar a los trabajadores a encontrar empleo cerca de casa y remarcó que la noticia resulta especialmente dolorosa en plena temporada navideña. El representante Adrian Smith, por su parte, describió el cierre como una pérdida significativa para Lexington, el condado de Dawson y la industria ganadera. Aseguró estar dispuesto a colaborar con productores y trabajadores en esta transición.
El representante Mike Flood criticó severamente a la empresa, señalando que los ganaderos sostuvieron la producción incluso en tiempos difíciles y ahora se sienten abandonados. Recordó que, tras el cierre de la planta de Tyson en Norfolk en 2006, las instalaciones quedaron inutilizadas como procesadora cárnica y continúan vacías. Flood pidió a la compañía preservar la planta de Lexington para que pueda seguir funcionando como un centro de procesamiento en el futuro y mantener empleos que son vitales para las comunidades agrícolas del estado.
Comunicado de Tyson Foods
Tyson, en su comunicado, reconoció el impacto de la decisión y afirmó que brindará apoyo a los empleados para postularse a otras vacantes dentro de la compañía y contar con beneficios de reubicación. No obstante, la incertidumbre sobre el futuro laboral de miles de familias persiste.

Esta es una historia en desarrollo, le mantendremos informado de nuevas actualizaciones conforme más detalles se vayan compartiendo.
